Seas o no de consumir alimentos azucarados en tu día a día, en estas fechas, después de unas festividades en las que por cultura se dispara el consumo de estos alimentos, es muy común que la apetencia por mantener este consumo de dulce aparezca a pesar de no ser habitual en ti (si consumes habitualmente estos productos, es menos probable que notes la diferencia).
¿Sabías que cuanto más azúcar consumes, más demanda tu organismo por los mecanismos cerebrales que se desencadenan? Se trata de sistemas de recompensa. El consumo de azúcar induce cambios en el cerebro, similares a los observados habitualmente en casos de adicción.
¿Puede el azúcar generar adicción? Siguiendo los resultados de estudios realizados y teniendo en cuenta que cualquier adicción se considera un trastorno cerebral porque implica cambios funcionales en los circuitos cerebrales involucrados en la recompensa, el estrés y el autocontrol, la respuesta es sí.
Volviendo a la situación planteada en el inicio, puedes simplemente pasar un poco más de deseo por consumir dulce después de un periodo en el que has aumentado su consumo respecto al habitual. Eso no debe preocuparte. Intenta paulatinamente reducir su cantidad y frecuencia y pronto volverás al consumo puntual y habitual que habías mantenido.
En los casos en los que el consumo de alimentos muy azucarados se relaciona siempre con situaciones de estrés y falta de control, intentando siempre luchar contra esto, sin tener resultados de progreso, es conveniente plantear la opción de solicitar ayuda a profesionales de la nutrición y psicología.
Cuando el consumo de alimentos azucarados se realiza frecuentemente y se acompaña de hábitos poco saludables, es mas fácil desarrollar una situación de obesidad. Pues ese deseo de ingerir alimentos sabrosos y altos de azúcares no desaparece aunque el organismo ya no necesite más nutrientes, lo que nos hace caer en una sobreingesta, que con el tiempo nos llevará a desarrollar obesidad.
Como comenté anteriormente, el azúcar es capaz de inducir cambios en el cerebro: modificaciones en los circuitos de recompensa cerebrales, que serán los responsables directos de las sensaciones de placer, hambre y saciedad. Estos cambios provocan que el sujeto deba tomar mayor cantidad de azúcar para poder alcanzar el mismo nivel de satisfacción.
FUENTES CONSULTADAS
Temas selectos en neurociencias y psiquiatría. 2022. Xóchitl Martínez Bustamante Capítulo 7 – Actualidades en neurobiología de los procesos adictivos.