Conoce los tipos de hambre y consejos para mejorar tus digestiones

Practica la atención plena al comer.

        Es esencial abordar la relación entre la alimentación y la salud de manera integral, considerando no solo los aspectos físicos, sino también los emocionales y sensoriales. En este artículo, exploraremos en detalle los diferentes tipos de hambre y compartiré contigo consejos sencillos para mejorar la atención al comer, lo que te ayudará a mejorar tus digestiones a la vez que disfrutar más de tus comidas.

Tipos de hambre:

  1. Hambre Real: Este tipo de hambre se refiere a la sensación física de vacío en el estómago que indica la necesidad de nutrientes para el funcionamiento adecuado del cuerpo. Se trata de la señal que el organismo envía cuando ha pasado suficiente tiempo desde la última comida y necesita energía. Reconocer esta sensación ayuda a diferenciarla de otros tipos de hambre, como el emocional o el sensorial.
  2. Hambre Emocional: A menudo confundida con el hambre real, el hambre emocional no está relacionada con las necesidades físicas del cuerpo, sino con las emociones. Puede ser desencadenada por el estrés, la tristeza, el aburrimiento u otras emociones, llevando a la persona a comer como una forma de lidiar con esas sensaciones. Es importante aprender a identificar las emociones que desencadenan este tipo de hambre y buscar formas alternativas de manejarlas sin recurrir únicamente a la comida.
  3. Hambre Sensorial: Este tipo de hambre surge a partir de estímulos sensoriales como el aroma, la apariencia o la idea de un alimento. La simple vista o el olor de un plato apetitoso pueden despertar el deseo de comer, incluso si no se siente una necesidad física real. Es fundamental reconocer este tipo de hambre y aprender a distinguir entre el deseo de comer por placer y la verdadera necesidad física.

        No se trata sólo comer por hambre real, o lo que es lo mismo: de eliminar por completo el hambre emocional o sensorial. Se trata de reconocer su presencia y comprender su origen. Es importante saber la frecuencia con la que cada tipo de hambre aparece y hasta dónde nos lleva. Recuerda escuchar a tu cuerpo, identificar tus emociones y practicar la atención plena al comer.

Consejos para practicar la “atención plena” al comer:

  1. Come sin distracciones: Evita comer frente a la televisión, el ordenador o el teléfono. Al centrarte en los sabores, texturas y aromas de tu comida, puedes apreciar mejor cada bocado y reconocer las señales de saciedad de tu cuerpo. Esto también ayuda a evitar comer en exceso y fomenta una conexión más profunda con los alimentos.
  2. Mastica lentamente: Tómate tu tiempo para masticar cada bocado completamente. Masticar lentamente no solo facilita la digestión, sino que también permite saborear mejor los alimentos y sentirte más satisfecho con menos cantidad. Además, esta práctica puede ayudar a reducir el riesgo de problemas digestivos como la indigestión y el malestar estomacal.
  3. Agradece tus alimentos: Antes de comenzar tu comida, tómate un momento para agradecer por los alimentos que tienes frente a ti y por el esfuerzo que te ha requerido tener ese plato en la mesa. Esto te ayudará a conectarte con tu comida y preparación de una manera más profunda y a dar más valor al plato.

       La práctica de la atención plena al comer no solo promueve una relación más saludable con la comida, sino que también puede mejorar la digestión, reducir el estrés relacionado con la alimentación y aumentar el disfrute de las comidas.

          Al comprender los diferentes tipos de hambre y aplicar consejos prácticos en tu rutina diaria, puedes cultivar hábitos entorno a la alimentación más equilibrados y nutritivos (tu sistema digestivo también será capaz de ser más eficiente en el proceso de la digestión).

         Te invito a ponerlo en marcha y ¡empezar a disfrutar de tus comidas con salud y plenitud!

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