Obesidad en EII: un desafío adicional

La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) engloba aquellas patologías que cursan con una inflamación crónica de la mucosa intestinal. Principalmente la colitis ulcerosa (CU) y la enfermedad de Crohn (EC).

Las principal diferencia es que la EC afecta a todo el tubo digestivo (boca-ano) y puede darse de forma discontinua a lo largo del mismo. La CU afecta a la mucosa del intestino grueso de forma continua. Aunque las diarreas son más frecuentes en la CU, la malabsorción se da principalmente en la EC por el tramo digestivo que se ve comprometido. Según el grado de severidad de la enfermedad y el estado de remisión-brote, va a variar el grado de malnutrición que conlleva.

La nutrición debe considerarse un componente esencial en el manejo de los pacientes con EII. Siempre habrá que partir de una buena valoración nutricional y elaborar a partir de la misma una serie de pautas individualizadas al máximo. Habrá alimentos que no se toleren de forma individual, pero no existe ningún alimento en concreto que se haya demostrado que sea perjudicial para la EII. Es un error mantener restricciones generales de forma crónica.

En esta casuística, es difícil pensar que la obesidad sea frecuente en personas con EII.  Sin embargo, teniendo en cuenta que de forma mundial se da una creciente incidencia y prevalencia de la obesidad , su prevalencia también coexiste con la enfermedad digestiva. Del total de personas con alguna enfermedad inflamatoria intestinal, aproximadamente un tercio desarrollan obesidad.

En contra de lo que cabe esperar por la dificultad para completar una digestión de forma adecuada durante los brotes en estos pacientes, también la obesidad puede desarrollarse con el tiempo, debido a múltiples causas asociadas a la fisiopatología, así como al tratamiento de la enfermedad.

Me explico: la clave aquí será la pérdida de masa muscular. Esta pérdida puede progresar debido a una ingesta dietética deficiente o mayores tasas de pérdida de nutrientes durante las fases de enfermedad activa. También por el efecto de los tratamientos de la enfermedad como pueden ser los corticosteroides utilizados en muchas ocasiones (principalmente en el manejo de fases más activas). Precisamente, estos fármacos pueden causar una deposición selectiva de grasa visceral, la peor localización para el tejido adiposo por su estrecha relación con la inflamación celular.

Obesidad por tratamientos en enfermedad inflamatoria intestinal

La obesidad es una comorbilidad relevante a tener en cuenta en pacientes de EII puesto que se ha relacionado con una peor respuesta a tratamientos y evolución de la enfermedad.

A continuación te indico una serie de consejos con los que puedes guiarte de forma general si tienes EII y te encuentras en una situación de obesidad:

  • Incorpora más alimentos ricos en fibra: Los alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, pueden ayudar a mantener la saciedad y regular el tránsito intestinal. Como recomendación general, se habla de incluir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, así como de priorizar opciones de granos enteros en lugar de refinados. Pero es cierto que en función del momento en el que estemos puede ser necesario reducir los alimentos más fibrosos, por ejemplo con una alta sintomatología de flatulencias o diarrea. Por supuesto, durante un brote.
  • Distingue entre grasas saludables y no saludables: Es importante incluir fuentes de grasa saludable en nuestra dieta, como aguacate, frutos secos, aceite de oliva y pescado graso o azul, mientras limitamos las grasas saturadas y trans presentes en alimentos procesados y fritos.
  • Sigue el modelo del plato Harvard: Este modelo sugiere llenar la mitad del plato con frutas y verduras, un cuarto con proteínas magras como pescado, pollo o legumbres, y el otro cuarto con granos enteros como arroz integral o quinoa. Esto ayuda a equilibrar la ingesta de nutrientes y controlar las porciones.
  • Como bebida de elección agua, evitando bebidas gaseosas, azucaradas y por supuesto, la ingesta de alcohol.
  • Control del estrés y mantener una actividad física diaria o ejercicio físico adaptado será fundamental, en este caso, combinando ejercicio aeróbico y fuerza.

No olvides que esto son recomendaciones generales.

La nutrición debe ser considerada un componente esencial en el manejo de los pacientes con EII, evitando restricciones generales y crónicas. Busca un nutricionista especializado en EII para mejorar tu calidad de vida. Estamos para ayudarte.

FUENTES CONSULTADAS

Información basada en la revisión actualizada publicada: European Jounal of Health Research 2021, Vol.7, Nº1 (pags.1-10)

Domènech, A. Ciudin, J.M. Balibrea et al., Recomendaciones sobre el manejo de la obesidad grave en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal del Grupo Espanol ˜ de Trabajo en Enfermedad Inflamatoria Intestinal (GETECCU),…, Gastroenterología y Hepatología, https://doi.org/10.1016/j.gastrohep.2023.12.008

Practical guideline on obesity care in patients with gastrointestinal and liver diseases e Joint ESPEN/UEG guideline. S.C. Bischoff, J. Ockenga, A. Eshraghian et Al. Clinical Nutrition 42 (2023) 987e102

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *